26 octubre 2008

Individualismo Express, III Generación


El individualismo ha conseguido alcanzar el grado máximo, ya no me cabe la menor duda. Un mundo global donde el prójimo ya no importa, un mundo global cansado de buscar vínculos, un mundo global donde sólo se busca el enrequicimiento y triunfo personal.

Reflexiones en el Cataluña Express de vuelta a casa de un fin de semana en Reus. Reflexiones lanzadas al aire por una señora (dos) que deciden que los ansiados asientos de ventanilla son para sus bolsas, bolsos y chaquetas. Sí, los bolsos en la ventanilla, que si se dejan en el lado del pasillo "igual nos los suben y ocupan el lugar". Realmente, no sé por que se tendrían que preocupar... 35 personas de pie en el vagón no son suficientes para semejante atrevimiento, todos buscan esa falsa solidaridad global del "aquí pringamos todos", hasta que llega el listo de turno y deja a la señora en su lugar: la ventanilla.

Realmente, no me extraña. Seguramente esa señora sólo se está cobrando venganza por el día en que decenas de personas la vieron caer a la salida del metro, sí, ese metro tan global y con tanta humanidad. El descaro ha alcanzado la tercera edad, ha madurado, se ha reinventado... y ya no será más propio de impertinentes adolescentes. A fin de cuentas: ellos desearían ser jóvenes, desean la globalidad individualizada.

Si al final la culpa será nuestra, que los educamos mal a nuestros mayores. Si es que ... "cría abuelos..."

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