30 abril 2009

Ponle alas

Vuelven los días combulsos. Se acerca un fin de curso un poco acelerado sin saber como echarle el freno. Nuevo piso, nueva gente, nuevos habitos y nueva forma de moverme por la ciudad.

Llevo ya unos días sacando mi bicicleta y haciendo, a lo tonto y a tramos a lo largo del día, unos 20Km... aunque siempre acaba habiendo una excusa un día u otro para coger el metro (la principal es que me he gastado el dinero en una 50/30 y al menos usaremos los viajes que incluye). El otro día tocó subir todas las ramblas, hacía tiempo y lucía el sol... la gente paseaba con alegría y parece que el turismo vuelve a la ciudad después de un Otoño solitario... o solitarias estatuas de las ramblas. Las pobres han tenido que ir ingeniándose nuevos métodos para atraer al público. Comenzamos, años ha, por lo enigmático de la estatua inmobil... que pronto pasó a la estatua que saluda con el tonteo de unos céntimos en su cestita... y seguimos y pasamos a la caja inmóvil y vigilante, esperando al susto oportuno que propicie la parada de unos pocos turistas más...

Y ya comenzamos a llegar a la época actual, con estatuas regidas por el ayuntamiento y con una rotación marcada por algún departamento competente. Llevan su acreditación (desde Sant Jaume nos dicen que es para asegurar la calidad), y también incorporan un silvatillo que les pone voz de pito... porque lo de los sustos ya cansa, y los timos de los juegos de cartas y "descubre donde está la pelotita" de cuatro amigos compinchados, quitan mucha competencia... Y como esto sigue siendo insuficiente... le ponemos alas.

Hace unos meses descubríamos a una especie de demonio negro como los ojos de Platero, enormes alas, garras y efectismo asegurado. El éxito estaba consolidándose, pues sólo Eduardo Manostijeras le superaba... y pronto tuvimos el demonio plateado (este Martes actuaban juntos, lo que son las cosas)... y claro, como desde Sant Jaume no pueden permitir que las estatuas (que de rígidas ya sólo quedan los árboles donde se apoyan para su cigarrito) fuesen todas iguales... pues a cada cual más imaginativo... Tenemos enanos verdes con alas, chimpancés con alas, horangutanes con alas y sujetamundos con alas.

Si es que en tiempos de crisis, lo mejor es ponerse alas, y volar. Quedarse quieto ya no aporta nada... o eso me empieza a mostrar la experiencia del observar.