24 noviembre 2007

0006:puras necesidades


Ya lo decía una amiga mía...

    "Si es que hoy en día ser pobre es no poder permitirse los lujos de nuestra cultura occidental..." Y cada vez me lo esto creyendo más.


    Esta semana me ha tocado apretarme de verdad económicamente por un par de palos... Y bueno, lo cierto es que no estoy en un extremo paupérrimo, puedo seguir permitiéndome salir y tomar el aire fresco. Pero he tenido que recortar algunas cosas y... no lo he pasado mal.


    Vaciar la despensa se ha convertido en algo cada vez más divertido. Además, ahora significa que cada vez queda menos para mudarnos al nuevo piso... o eso espero por mi propia integridad. Buscar en el fondo de los estantes se traduce en descubrir que puedes acabarte un par de recipientes y gastarte solo uno uno de los filetes que esperabas gastar... y al final, incluso sobra. 


    Lo cierto es que cada vez doy  más gracias de tener todo el apoyo que tengo de mi familia y de los pocos amigos que se merecen dicha etiqueta. He aprendido a valorar el mundo por el que se me "permite" pasear y, desde luego no hay de que quejarse. Llegar cada noche a las 10 o más tarde y ver como hacen cola una veintena de personas en el departamento de acogida de la Generalitat te hace pensar y bastante y, una vez más, das gracias de, al menos, tener un sitio donde dejar caerte... aunque entren a robar, huela a gas de vez en cuando, retumben las paredes al pisar, se inunde la salita o se queme el transformador de energía... al menos tenemos algo que quemar y algo que se rompa.