03 enero 2009

Boa Sorte

2008 ha llegado a su fin y, una vez más, comienzan las típicas listas de propósitos y de deseos para el nuevo año. No os voy a mentir, yo lo solía hacer... pero visto lo visto, la mitad de los deseos no se van a cumplir y la mitad de los propósitos acabarán en lo contrario. Además, dos años regulares (que no malos), te hacen llegar a una rápida conclusión que: mejor no pedir ni esperar nada, así siempre te sorprenderás gratamente.

Y el año no es que haya empezado bien, la verdad. Una visita a Vigo en el día de ayer (y hoy) en la que sólo he podido ver a la mitad de la gente que me hubiese gustado. Pero al menos, te llevas gratas sorpresas cuando te das cuenta que son las 4 de la mañana y has compartido una madrugada de charla con quien menos te lo esperabas.

Y a esto continúa también una jornada inesperada en la que el tema base fueron las aerolíneas y el corporativismo Vueling. Una comida que comienza inocentemente y que acaba de visita freak al aeropuerto de Vigo para ver los retrasos de las diferentes huelgas de celo (si es que las hay) y como el ILS II/III brilla en la cabecera.

Leyendo esto dices ¿y ha sido malo el día? Oye, pues no. Lo cierto es que un par de planes se han tenido que frustrar para disfrutar de extra magic hours con gente con la que no lo esperas. Ojalá el 2009 se llene de este tipo de momentos. Lo dejaremos a la buena suerte.

No hay comentarios: